CONSAGRACIÓN NOCTURNA

357Tras el peso y el afán del día,
junto a ti, que nos guiaste
y nos escogiste como instrumento,
Padre, buscamos el reposo.

AGRADECIMIENTO

358Alabanza y gratitud a ti,
Compañero de esta jornada,
a ti, que realizaste por nosotros
lo que te alegra y regocija.
359Con nuestras manos
fuiste agregándole a Schoenstatt piedra tras piedra,
a esta Obra que ha escogido tu bondad
para llevar salvación al mundo entero.
360María, la Madre fiel que nunca nos deja solos,
con fuerza nos tuvo de su mano,
porque nos confiaste tu Obra
a nosotros, que somos iglesia, esposa del Señor, *
361Todas las bendiciones de este día
fluyeron desde el altar;
como un inmenso mar de gracias
majestuosamente nos mantuvieron y nos llevaron.
362Padre, con amor nos saludaste
y pusiste dulzura en nuestras vidas,
porque el Señor en los hombres
se nos manifestó una y otra vez.
363Solicitando nuestra compañía,
por el dolor humano a menudo nos llamó;
para asemejarnos a El
una y otra vez nos trajo la cruz.
364Lo que alegró tu mirada,
retorne, Padre, a la fuente de gracias,
que brota desde nuestro Santuario
para honra tuya, del Hijo y del Espíritu Santo.

CONFESIÓN DE CULPA

365Padre, por la expiación de su sangre preciosa,
Jesús nos reconcilie
con tu corazón entristecido
por cuanto hicimos sin el debido amor.
366Considera a María como Abogada nuestra
y escucha su petición de Madre;
recibe con benignidad sus méritos
y míranos paternalmente.
367Muchas veces, cuando el mundo nos sedujo,
nuestros corazones se endurecieron.
A menudo no estábamos vigilando
cuando nos expresaste tus deseos.
368Muchas reservas ocultas
nos cansaron y enfriaron,
muchas malas pasiones
menguaron la fuerza del amor.
369A menudo, los hechos con que hoy te indignamos
destruyeron nuevamente
lo que, con palabras,
habíamos predicado y anunciado.
370A menudo malgastamos el tiempo y oportunidades.
Las faltas de omisión,
que nos privaron de tu benevolencia,
Padre, nos oprimen pesadamente.
371Para pena tuya
se oscureció nuestro gran ideal,
  (Examen del Ideal Personal)
y la batalla del día fue débil,
  (Examen del Propósito Particular)
porque nos faltó espíritu y acción.
  (Examen de Conciencia)

EJERCICIO DE LA MUERTE

372La intimidad de nuestras almas
desnuda está ante los ojos del Señor,
que aparecerá como Juez un día
a juzgar a todas las naciones.
373Libremente nos desprendemos ahora
de las ataduras que aún nos aprisionan;
Padre, en Cristo nos entregamos a ti
sin reservas, filialmente.
374Participamos de la agonía de Cristo
y de su muerte de cruz,
tal como será al final de nuestras vidas
en la unción con el santo óleo.
375La mano toca cada uno de los sentidos
y te solicita, Padre, que nos libertes de las cadenas
que durante el día de hoy los ataron
quitando al alma su vigor.
376Mucho nos duelen nuestras faltas.
Nuestro corazón culpable
lo sumergimos en el mar de amor
consagrándolo nuevamente a ti por entero.
377Tú nos regalaste amor
y nosotros te ofendimos;
nos colmaste con dones
y nosotros te olvidamos.
378Por eso nuestra labor por los hombres
no alcanzó toda su fecundidad.
Lo que una mano había construido
lo destruyó la otra en un momento.
379Por nuestra culpa nos miras con tristeza
a nosotros, a quienes Tú has amado,
y a nuestro Santuario,
propiedad de nuestra Madre.
380El futuro será distinto:
dejaremos de lado las apariencias;
sólo iremos en pos del ideal,
que por todas partes nos alumbra.

PETICIÓN

381Danos reposo en tu protección;
sé para nosotros escudo y defensa potente
en contra del dominio de instintos y sentimientos,
y de las argucias de Satanás.
382Con el amor que de ti nace,
colma mi alma hasta lo hondo;
así viva únicamente para la Obra
que alza al mundo hacia ti.
383Que mañana nos levantemos sanos y renovados
a la hora señalada,
para consagrarte con generosa servicialidad
nuestra fuerza y nuestro tiempo.
384Madre, inscríbenos en tu corazón
y llévanos contigo hacia el cielo.
La Alianza, que sellamos en una hora de gracias,
la renovamos ahora con fidelidad.

BENDICIÓN

385Descienda la bendición de Dios
sobre los consagrados por entero a Schoenstatt
trayéndoles felicidad y salvación
aquí y en la eternidad.
Amén.