RECIBE, SEÑOR

386Por manos de mi Madre
recibe, Señor,
la donación total de mi libertad soberana:
toma mi memoria, los sentidos, la inteligencia;
recíbelo todo como signo de amor.
387Toma el corazón entero y toda la voluntad,
y de este modo se sacie en mí el auténtico amor;
para mi mayor felicidad,
cuanto Tú me has dado,
sin ninguna reserva te lo devuelvo.
388Sobre todo esto dispón siempre a tu gusto;
sólo una cosa te pido:
¡que te ame, Señor!
Haz que, cercano o lejano, me sepa amado por ti
como la cara pupila de tus propios ojos.
389Concédeme las gracias que me impulsen con vigor
hacia aquello que sin ti
no me atrevo a emprender;
dame participar en la fecundidad
que tu amor otorga a tu Esposa.
390Dame ser fecundo para el terruño de Schoenstatt:
mi vida sea un Sí creador
para cuanto bondadosamente,
con la tierra de Schoenstatt Tú has planeado
para la salvación de los hombres.
391Sólo entonces me deben llamar dichoso, pleno,
y nunca se me podrá dar una felicidad mayor;
ya nada hay que continúe anhelando:
lo que tu dispongas
es mi querer y mi bien.
392Mi Señor y mi Dios,
toma todo lo que me ata,
cuanto disminuye mi fuerte amor por ti;
dame todo lo que acreciente el amor por ti
y, si estorba el amor, quítame mi propio yo.
Amén.