ACÓGENOS SOLICITA

501Madre, acógenos solícita
bajo tu manto
para que nuestro caminar
siempre sea en el cielo;
a quienes acudimos a ti con grandes necesidades,
protégenos del hambre, de la peste y del fuego.
502Habla a tu Hijo
como cuando El estaba en la tierra
y ayudaba en apuros y penurias;
dile: "No tienen vino ni alimento",
y El, con certeza,
escuchará nuestra súplica.
503El te escogió
para que seas tú la segunda Eva
y salves lo que la primera perdió:
si por ella fuimos arrastrados a la ruina,
de ti nos brota
la fuente de la eterna salvación.
504Según los planes del amor
y sabiduría del Padre,
este mundo será siempre un valle de lágrimas,
hasta que amanezca
el sol radiante de la transfiguración
y la tierra refleje la gozosa gloria del cielo.
505En dependencia de tu Hijo, se te ha concedido
que puedas devolvernos
la vida de la gracia antes perdida:
que apartes o mitigues las aflicciones de esta tierra,
o la transformes
en caminos para nuestra salvación.
506Generosamente despliega hoy
tu corazón de madre;
y como Colaboradora del Señor Jesús,
manifiesta en plenitud
tu poder y tu bondad
allí donde irrumpen violentos poderes infernales.
507Como tu Hijo, que durante su vida terrena
saciaba el hambre
y traía consuelo y salud a los enfermos,
así con El pasa ahora entre nosotros
bendiciendo en silencio, para darnos
el inmenso poder de tus manos de madre.
508Manifiéstate a todo el mundo como la Gran Señal,
ante quien desaparezcan la astucia del Demonio
y la miseria terrena;
en ti encuentren los pueblos amparo y auxilio
y te proclamen alegremente
como Medianera de la Salvación.
509Nuestra necesidad
se ha hecho tan extrema,
que, sin tu socorro, pereceremos;
solo tú puedes preservarnos de sucumbir;
ven y míranos en torno a ti
congregados y suplicantes.
510Con tu Hijo, sé nuestra liberación
de la furia del infierno
y de la tormenta del tiempo;
con todas las voces de nuestra gratitud
te alabamos eternamente
como a la excelsa Madre de los pueblos.
511Proclamaremos tu nombre con valentía
y guiaremos a los hombres hasta tu Santuario,
para que jubilosos
llenos de amor
glorifiquen contigo a la Santísima Trinidad
en la tierra y en el cielo.
Amén.